Orlando
Estaba en una casa con un living gigantesco, blanco y vacío. Habían dos tablones continuos con caballetes y estaban cubiertos con una manta blanca gigante que llegaba hasta el piso.
Estaba comiendo junto a los padres de Xavier B., creo. Me pasaron unas empanadas de jamón y queso y en un momento sentí como si me zambullera dentro de la que me comía. Tenía enormes trozos de jamón y de queso, eran casi gigantes.
Comencé a pensar en lo que tenía planeado o lo que estaba haciendo, se trataba de un robo que había echo o estaba haciendo justo en ese momento, como un proceso.
Por detrás mío, apareció Orlando B. tenía mucha barba y pelo largo también. Venía a acompañarnos a comer empanadas de jamón y queso. Muy sorprendido y con mucha naturalidad nos dijo: - Me volvieron a robar el London Bar - había sido un asalto a mano armada. Y yo pensé: - Uy que bajón! Otra vez! -
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