Ojos y cráneo
Estaba en una escuela pero era como un ejército y había un hombre que me hacía recordar a un profesor de la facultad, Guillermo L. El mismo, hablaba por un altavoz y no recuerdo bien porque motivo, pero me tenía que coser los dos ojos y el cráneo. Comenzó a coserme un ojo, lo pellizcaba y lo cocía, y siempre se le rajaba - Se me va a salir todo el humor vítreo - prensé. Seguía cociendo y faltaba el cráneo todavía. Me desperté y pensé - Uf! Menos mal que se trataba de un sueño! - Fui al baño a mirarme al espejo y tenía un ojo con curitas blancas dentro, el pelo medio raro y la parte superior de la frente cocida y cortada. El ojo derecho miraba hacia arriba y se veía celeste. El izquierdo tenía dos curitas blancas en su parte blanca - Debería haberle echo caso al señor y que me terminara de curar - pensé.