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Kurt

Estaba en una juntada con amigos, y entre los invitados estaba Kurt Cobain, no como algo especial sino como uno más, como un estudiante. Era exactamente igual, un poco mas petiso de lo que uno se lo imagina, todo abrigado, hacía frío. Lo miré y le pregunté en inglés si era exactamente Kurt Cobain, y me dijo en broma también en inglés, que en realidad era una copia del original. Nos fuimos juntadas tipo ferias a lo largo de otros estudiantes en la facultad y en el centro de la ciudad. Era de noche pero estaba amaneciendo.

Cuba

Estábamos en Cuba con Elvio M.,  Norma M., y Natalia M. parecía que de vacaciones. Con Norma, nos fijábamos cómo vivía la gente. Ninguno estaba mal vestido pero siempre había algún detalle que descombinaba, algun pantalón muy viejo con una camisa muy nueva por ejemplo, donde se notaba algo particular. En eso, me dí vuelta y había una chica, era cubana, rubia de ojos claros, me llamó la atención porque vestía muy bien de jean y remera,  pero al mirar sus zapatillas, estaban totalmente desgastadas.

Tsunami

Estábamos de vacaciones en la playa con el Elvio M., Norma M. y Natalia M. y un par de parientes de más, en un hotel que daba hacia el mar a través de una pared-ventana gigante de vidrio y podía verse perfectamente el mar, el cielo y la línea del horizonte. El hotel daba directamente hacía la calle, levantado a unos 3 metros de alto. Comenzó a correr un viento impresionante que pasaba a través de la calle, parecida a un pasillo. Venía del mar. "Se nos viene un tsunami" pensé y Elvio me dijo "No pasa nada!". Miré por la ventana gigante de vidrio y la ola era gigantesca. Me asomé para ver por la veredea y corría agua como a medio metros de alto. No llegó a las casas porque estaban todas mas altas, a lo largo de toda la calle, que era larguísima hasta el centro. Toda la gente iba a bañarse en el surco de la calle.

Asado

Era de noche, oscuridad total, solamente se veía lo que estaba muy cerca. Estaban haciendo un asado pero la parrilla era mesa al mismo tiempo, parte parrilla y parte mesa. Yo estaba buscando la forma de colocar mis cosas sobre la mesa sin que se quemara. Entre los comensales se econtraba Guillermo E., ex profesor mío de diseño. Tenía un aspecto físico muy distinto, era viejo, pelado y con cabello hacia los costados (tipo aureola), un poquito largo y muy canoso, nariz grande y aspecto amable. Me hacía chistes y buscaba mi complicidad, pero yo lo esquivaba y no le hacía caso.

Andáte

Estaba de vuelta en clase de tesis para Diseño de Productos, sentado en un pupitre blanco, parecido a los de secundaria. Tenía una carpeta llena de hojas de colores y muy gruesas, recortes de cosas que parecían ser realmente útiles. La carpeta se habría un pocoy empzaban a caerse los papeles sobre el escritorio, yo tratqba e acomodarlos de vuelta. En eso apareció Guillermo E., titular de la tesis, se lo veía bastante contento y con ganas de empezar la clase. Yo empecé a guardar la carpeta para irme pero  me costaba juntar las hojas. Guillermo se me puso enfrente y me dijo algo que no entendía, le pedí que me lo repitiera y volvió a repetirmelo sin que entiendiera. Entonces le dije apurado-"Yo ya me voy"- me miró dijo -"No hace falta que te diga que te tenés que ir"- Su cara ya no era la misma de cuando entró, ahora era una mirada de maldito, agresiva y abusadora como la que tuvo siempre.

Gordo Narco

Imagen
Estaba en un patio enorme de tierra, muy grande. En un rincón, se encontraban dos apartados con un prisionero dentro cada uno. Eran bastante malos, el piso era de tierra y sin rejas, con tela de alambre nomás. Detrás de ellos, tenían una puerta que los diriijía a un sector muy grande y oscuro, como un sótano gigante. Era la cárcel. Alrededor de amabas celdas estaba lleno de perros, todos de pie, muy agresivos y con aspecto de zombies, totalmente flacos y enormes diente. Eran de color marrón naranja y amarilllo. En la celda derecha, había un maletín enterrado con mucho dinero o con algo con lo que se podía hacer mucho. Los perros estaban siempre atentos mirando en forma radial hacia afuera, acechando a todo aquel que se acercara un poco. En un momento que los perros se fueron, aproveché para meterme en la celda con el maletín. Para eso, tenía que saltar la red de alambre de la celda izquierda y luego pasarme saltando a la celda derecha. Cuando lo hice, pala en mano, desenterré el