DIARIO DE MI OTRA VIDA

Estaba cebando mate. Colocabamos la yerba dentro de un recipiente blanco transparente y cuadrado. De tapa azul. En la parte inferior, tenía una cavidad por donde entraban moscas y hormigas. En un solo segundo, pasaron dos semanas. Al servirme yerba, estaba toda procesada y echa terrones. El mate no se podía tomar y tuve que tirarlo. Usé yerba totalmente seca y nueva.

Estaba por casarse mi hermano. Mi mamá estaba con alguien que era su pareja. Tenía un nombre muy raro que empezaba con Bruno. Así que yo le decía Bruno. El tema es que justo en ese momento le preguntaba el nombre. No sabía del todo quien realmente, aunque estaba seguro que era del museo. Bruno era muy flaco. Tenía la piel muy blanca y el pelo muy negro. Llevaba el pelo largo pero hasta ahí nomás, siempre mojado y atado con una colita. El bigote muy negro y finito que casi cerraba en una barba candado. En un momento, Bruno se iba a buscar algo en camioneta. Unas maderas o algo así. Le pregunté sin podía acompañarlo pero me dijo que no, que iba solo. En ese momento, algo me hizo un click en la cabeza, algo andaba mal. Encontré a mi hermana en una pieza y le pregunte: "donde está Carlos Moreno?" Mi verdadero padre. Siempre que tenía que hacer algo y le ofrecía mi compañía nunca se negaba. Me encontré inmediatamente en la rotonda por donde iba a pasar Bruno por la autopista con

Me despierto y todavía de noche. El problema es que eran mas de las 8, cerca de las 8:20 hs. Estaba atendiendo gente que venía a visitarme, pero tenía uqe irme al trabajo. No sabía que escusa poner, o quedarme una hora mas. Desperté nuevamente y estaba acostado con Natalia M. al lado mío, durmiendo boca abajo. Tenía el pelo muy cortito, de 1,5 - 2 cm de largo y teñido rubio casi blanco, con raíces muy negras. Sabía que estaba en un sueño, me levanté de la cama y comencé a hablar con Natalia, apareció por una puerta una gemela igual pero a como es realmente. No era como una hermana o alguien igual, sino que estaba ella misma dos veces como si fueran dos cuerpos y una mente.

Tenía un celular InkPhone. Era en blanco y negro pero cuando la pantalla cambiaba hacía un destello de la imagen en color, que luego se apagaba, desaturaba y volvía a la escala de grises. No llegaba a ser un smartphone así daba lo mismo que un Nokia 1100

Estaba en una ciudad desconocida, probablemente turística con Matías M. Estuvo siempre todo oscuro. Pasabamos por las avenidas y bulevares siempre en oscuridad. Llegamos a un hotel de bolsos, era una casa mas o menos grande, con habitaciones donde dejabas tu bolso y seguías tu rumbo, entramos a un baño con muchos mingitorios y entró un chico rubio y alto que quería hacer pis. "Déjenme solo" dijo, porque no quería hacer con gente al lado, y nos fuimos. Aparecimos en un museo. Las paredes eran marrón oscuras y muuuy poco iluminado, muy oscuro. En la entrada a la izquierda, había un rincón, tipo hueco con un libro donde escribían cosas. No recuerdo si leí, escribí o busqué algo.

Estaba con Matías M. en un patio que parecía el de mis abuelos, por como se sentía, como daba el sol. En eso, apareció una mariposa monarca azul gigantesca, como de 40 x 40 cm de grande. Se posó sobre mi cabeza y le pedí a Matías que sacara fotos, me sacó una y me saqué una a mi mismo, la mariposa cubría toda mi cara pero yo podía ver a través de ella, no me encegaba totalmente. La mariposa no se iba, quedaba ahí agarrada, pero no con fuerza ni apretando, imantada por la fuerza de Van Der Walls, una tan fuerte, que no podía despegarte. Matías se ofreció en quitármela, le dije que no por las dudas pero la tomó del cuerpo, tiró y se despedazó, quedaron las patas sobre mi rostro y algunos pedazos de mariposa, aun agarradas a mi cara, tenía que sacarme cada pata y parte de a poco con mucho cuidado, era gigante y estaba bien agarrada.

Era de noche, tenía el pelo largo como cuando tenía 20. Me miré a un espejo y me empecé a peinar con la raya al medio, el pelo se separaba mucho, incluso la carne por debajo apareció el cerebro al aire. No me dolía pero me desesperaba, emepcé a buscar por todos lados, el lugar era como una escuela o algo así. Buscando quien podía llamar a emergencias agarrandome encima de la frente para que no se siguiera separando, a lo último decidí salir a la calle a buscar ayuda.

Estaba con Natalia M. en otro país, en una especie de barrio pobre tipo Favela pero no era realmente pobre. Íbamos en un colectivo verde y amarillo. En el mismo había un enano negro(como un niño africano) con una mujer mayor africana también. Comenzamos a huir de él y hablábamos portugués para disimular, pero el enano se dió cuenta en la calle. Ya habíamos bajado del colectivo hacía rato. El enano se acercó y me mostró un arma que tenía en el cinturón de su pantalón. Estábamos rodeados de gente caminando por todos lados y grité: - Tiene un arma! - Para que todos supieran y no pudiera hacer nada, pero en cambio, saco el arma y me apuntó a la frente y me dijo - Si, tengo un arma, y que? - Me arrojé sobre él.

Estaba bajo una parra, en un patio, con amigos aunque no recuerdo si los conocía realmente. El día estaba soleado y se sntía bien. Revoloteando por la parra, habían muchas palomas y por el suelo, muchos perros pasando por nuestras piernas, eran mascotas de por ahí. En eso, una paloma atacó a un perro, tenía una boca con mandíbula muy grande con dientes, agarrándole el cuerpo completo por la espalda, el perro no hacía nada porque las mandíbulas de la paloma no tenían fuerza y seguía quieto y conento. Yo me asusté al principio por la situación pero después los otros me miraron explicándome con total naturalidad.

Estaba rindiendo el final de la tesis de Diseño de Productos, era como una escuela priamaria o jardín, un aula chiquita, el pizarrón blanco, no de tiza. Estábamos sentados en bancos de primaria y entre los bancos, estaba el profesor Guillermo E. Alguien me había tomado el examen y me había sacado 10, aunque no sabia quien. Guillermo estaba mas gordito y no tenía ningún aspecto de malo, su mirada decía otra cosa y yo tenía mi 10, ni si siquiera había cursado

Tenía panza, estaba embarazado, de Natalia M. Me doplía mucho porque parecía que lo iba a tener pero no sabía como tenerlo, necesitaba que me hicieran una sesárea o algo así