DIARIO DE MI OTRA VIDA

Estábamos por ir de viaje a Siria. Era algo de la facultad con Xavier B. Primero fuimos una escapada en colectivo hasta allá, sin avión. Duró un día en un colectivo totalamente roto. Íbamos todos en la cabina de adelante porque los asientos traseros estaban aplasatados. Llegamos y era como estar en Egipto. Recorrimos un poco y luego volvimos. El viaje todavía no empezaba. Nos buscaba otro colectivo en un lugar medio confuso, no tenía los bolsos con ropa echos. No sabíamos como íbamos a llegar. Le contaba a todo el mundo íbamos a Siria, no conocía a nadie, ninguno era familiar, amigo o compañero de trabajo. Empecé a tomar concienciaa que no podía pagar ese viaje. Como íbamos a viajar? Siria está en guerra! Porque nos llevaban? Era mas barato? Cómo hicimos para llegar tan rápido la primer vuelta? Quién lo pagó?

Íbamos caminando por una calle de tierra en medio del campo con árbol alrededor. Era un atardecer-amanecer. Eramos un grupo grande todos ahacia la misma dirección, nos llevaba a un bosque de árboles muertos. Entre las personas estaba Wanda, ex compañera de departamento de Natalia M. Ella quería evitarla pero ya estaba detrás nuestro. En el bosque habían flores grandes y violetas, tipo margaritas

Tenía en la puerta pequeña de un mueble, dos pájaros guardados. No sabía para que, no se les daba de comer ni se los sacaba a la interperie. Estaban guardados como dos objetos. Abrí la puerta y estaban dentro y vivos. Uno era amarillo verdoso con pintas negras. Flaquito. El otro era azul de pecho amarillo, gordo, no volaba casi, podía tomarlo con las dos manos. Los saqué para que anduvieran un poco por el patio, conocieran algo distinto a la oscuridad dodne estaban encerrados todo el tiempo. Lueo los guardé donde iban y pensaba sacarlos mas adelante. En el cajón de los zapatos de la mesa de luz, tenía guardads mas cajas con jaulas llenas de pajaritos negros y chiquititos. Hacía mucho que estaban ahí. Pensé que ya estarían todos muertos y escuché un moscardón dentro de las cajas. - Están muertos y ya con moscas - pensé y tiré esa caja así como estaba al patio.

Me desperté y estaba en la parte de atrás de un auto. Iba manejando Natalia M. Presté atención al motor, a los cambios, a como manejaba y lo hacía muy bien. ¿Viste que podías manejar? Le dije. Era su primera vez

Teníamos que hacer un videojuego para el trabajo. Fuimos a un lugar a hablar del tema y habían echo dos reinos escala 1 en 1 con un castillo en el medio, eran del tamaño de 3 ciudades. Cada uno era un nivel. El castillo era nivel 2. Cuando pasé por un pasillo que estaba muy oscuro y no se veía nada, choqué con una persona que anunciaba y dirigía el transito en el pasillo. Tenía un pulóver negro con cuadrados y motivos azules. Estaba muy oscuro así que no le reconocía la cara hasta que le pregunté si era Paola B.. Nos reconocimos y saludamos.

Estaba en el cumpleaños de Fernando V. en Mendoza  Creo que no nos habían invitado pero fui. En un momento salí a buscar helado La noche se hizo día. Quería uno bueno y solamente encontraba un q-bom con un dibujo de un elefante en el supermercado.  Pase por un restaurante,  yo estaba con una remera blanca, era rubio blanco y delgado,  con otros rasgos y 20 años. Estaba desnudo de la cintura para abajo,  pero no me importaba.

Vivía en una ciudad donde para ir al trabajo,  tenía que ir en colectivo urbano. Le pregunté a mis compañeros y gerentes porque  no sabía cual tomarme.Eran los mismos que tengo ahora  - te conviene una parada cerca la casa de algún jefe - me dijeron. Señale justo una que me quedaba bien.  - no! Esa no! Por ahí vive la máxima autoridad de la empresa

Íbamos con Natalia M. en la moto por una zona de ruta o autopista. De lejos, hacia donde comenzaba una curva,  iba un chico en bicicleta. Tenía una gorra y ropa deportiva aunque no tenía mal aspecto. Quise esquivarlo volviendo, pero la moto iba tan lenta como la bicicleta.  Quería acelerar para ir más rápido como toda moto,  pero seguía igual.  Era desesperante.  El chico comenzó a seguirme y sacó de su bolsillo una navaja suiza.  Llamaba la atención porque había sacado un destornillador, u otra herramienta pero no  un cuchillo.  Yo tenía miedo igual porque sentia que en cualquier momento sacaba el cuchillo. El chico comenzó a seguirnos, aceleraba pero iba a la misma velocidad que el. Lo tenía como a 2 metros de distancia máximo. Entramos en un túnel.  Terminamos en algo así como un correo. El chico logró tener contacto con nosotros,  y me dijo que en realidad venía a avisarme que me daban un aumento de sueldo. Luego lo encontré en el trabajo, de traje y corbata pero con el pelo ra

Estábamos con mi novia y mi suegra a punto de cocinar una comida típica. La receta incluía un bebé. Al principio sonaba totalmente natural hasta que mi suegra cayó con la bebé en brazos. Era hermosa, de tez blanca, vestido blanca, cabello dorado y ojos claros. Parecía una situación totalmente natural hasta que se me ocurrió la idea de que tenían que matarla y limpiarla para preparar la comida. Salí al patio y me tape la cara y los oídos al mismo tiempo. Donde habrán conseguido la criatura?  Me preguntaba. Debe haber sido robada ilegalmente!

Me habían encargado ocultar un cuerpo. Pagaban 150 mil por hacerlo pero solamente me ofrecieron 100 mil. Cuando me lo dieron, era solo una sombra, continuada en bolsas de consorcio negra. Pertenecía a una mujer rubia junto a su hijo. Aparte de su hijo, había estado embarazada y le habían quitado al bebé de su vientre como forma de tortura. Ahora todo se había convertido en una muñeca de tela con una sonrisa firme pero mala, de cachetes ruborizados y pelo de lana rosa. Cada vez que la corría de lugar, dejaba un rastro de sangre negra y espesa. Me dí cuenta que desaparecer cuerpo era algo terrible.

Estaba empezando algo que era como una secundaria pero de dos años. Quedaba en un lugar muy lejos como en Córdoba.  Todo un tema los colectivos, ir y venir. Se hacía muy tarde al volverme. El primer día un par de amigos me acompañaron. Pero el otro día viendo que me atrasaba,  me dejaron atrás y cerraron las puertas con cándado. Salté y seguí caminando por la calle. Como no sabía llegar, me guíe por gps. Por las calles corrían vacas. Estas replanteandome si no debía haber elegido otra escuela. Era mucho lío.