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Mostrando entradas de septiembre, 2011

Recorriendo Mendoza

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Estaba con Natalia M. haciendo unos recorridos pero era como una empresa de turismo que llevaba escuela. Yo iba con un grupo de la facultad con los que cursé diseño gráfico aunque no específicamente con quienes mas me juntaba sino todo lo contrario. Nos metieron adentro de una casa antigua y el coordinador hablaba con mucha euforia y emoción exagerada de cada cosa. Detrás de él, había un compañero que le hacía burla porque ya sabía lo que iba a decir. Yo quería hablar pero Natalia me callaba porque se escuchaba todo. Cuando salimos, el grupo de las mas chetas de la facultad, estaba cantando y haciendo una coreografía infantil sobre cuidar la naturaleza y la ecología. Yo le dije a Natalia - Hablan de cuidar la naturaleza y los ricos son los que mas dañan - Y Natalia puso cara de que estaba pensando lo mismo. El lado de afuera era como una minihuerta - pasillo y continuaba a la Avenida del Libertador (continuación de Emilio Civit). En el medio de la calle, había un monumento gigantesco q

Pileta

Estaba en un lugar todo cerrado con techo, de un lado tenía una pileta y del otro, un shopping. Estaba con mi madre. Era complicado meterse a la pileta porque por ahí uno pasaba sin permiso o había pagado pero no estaba seguro de pasar, para ingresar había que pasar por un baño gigante de madera llena de gente aseándose. Luego salimos de la pileta, ahora estaba con Xavier B. y nos encontramos a Guido A. y a Celeste B. aunque no nos dieron ni bola.

Perros

Estaba todo oscuro, con mi hermana y un par de personas más, que no reconocía porque eran simples siluetas negras, corríamos huyendo de una jauría de perros enromes. Yo llevaba un escudo que era como una revista o una señal de tránsito. En un momento nos rodearon, eran como 5. El jefe de la jauría, era un rotwyler mezclado con pitbull, del tamaño de un león, gordo, robusto y con la cara arrugada en la frente. Me ataco y me defendí con el escudo, fué como si solo me tocara.

Clones

Estaba en una juntada con amigos, pasaban muchas cosas raras y sin relación, como paredes desmontables y camas de 6 plazas que en realidad eran pisos. En un momento, me mandaron a comprar pizza, entonces empecé a caminar. Estaba en un pueblito muy pequeñito, era de noche y tranquilo, de clima tibio. En vez de pasar alrededor de una casa, la atravesé por el patio de enfrente y me encontré con una niña pequeña de vestido blanco. Comencé a hablarle y empezamos a hacernos amigos. Empezaron a aparecer mas niñas, eran sus hermanas, como 9 de edades similares aunque escalonadas. Vestían también de vestidos blancos, eran rubias de ojos claros en su mayoría aunque un par eran morochas de ojos negros. La casa de ellas daba hacia afuera por una pared de vidrio y de allí salieron sus dos madres, embarazadas. Eran lesbianas y se inseminaban artificialmente. Me fuí de allí y seguí caminando hasta llegar a un lugar donde me dieron un vasito para que lo llenara. Era un banco de esperma. El doctor que

Buscando a la gente

Estaba en mi cumpleaños de 18. Me estaban festejando una fiesta estilo cumpleaños de 15 o casamiento. El salón tenía un techo muy alto y era de noche. Todos estaban de traje y vestido. Estaba la familia de Natalia M. así que aproveché para presentar a las dos familias. Estaban proyectando fotos de mi infancia en una pared pero en realidad era un televisor viejo y chiquito. Salimos todos a fuera porque nos movíamos todos hacia otro lado. Yo no entraba en ningún auto así que me fui caminando. No tenía la menor idea de hacia donde era, pero yo seguía derecho. Encontré a Fernando V. sentado y medio escondido, vestido con remera y pantalón corto. Se lo veía medio abandonado, solo. Le dije - Vamos! - Se paró y vino conmigo. Fernando llevaba un morral negro colgando cargado con ropa y celulares. Yo me acordé que tenía que ubicar el lugar pero no sabía donde así que empecé a buscar mi celular pero no lo tenía. Fernando tenía muchos celulares pero ninguno tenía el número de algún familiar mío o

Tempera verde

Estaba durmiendo y comencé a escuchar gritos de mi madre. Cuando me levanté y fui al cuarto donde estaba, mi mamá estaba boca abajo tirada en el suelo, con convulsiones y un charco de tempera verde que cubría toda la zona donde estaba apoyada. El líquido salía por su boca y nariz.