Aventurero

Iba corriendo desde mi casa hacia el Este de Mendoza corriendo, era peligroso porque era una noche muy oscura. Pero si corría muy muy rápido, no me pasaba nada. Terminé en algo así como un shopping pero gigante y medio en construcción, totalmente de noche, y era como un depósito, lleno de personas trabajando, mozos acomodadores. Me hice amigo de uno, el cual, tenia una camisa blanca, y un traje verde oscuro de seda con moño. Pasé por otro pasillo y terminé donde habían unas chicas de piel muy muy blanca, tenían vestidos muy sencillos y muy blancos de brillos plateados. Me echaron con sus miradas y yo les dije - Permiso señoritas! - acentuado con un ademán, las chicas se pararon y movieron una plataforma para modelaje que se habría telescópicamente, para que yo subiera por ella y pudiera retirarme por ella. Pasé por ahí y terminé en unas escaleras que daban, por un agujero a un salón gigantesco lleno de gente (el flaco de traje verde también estaba) donde había una vieja de pelo corto y lentes culo de botella que me bardeaba. Me decía - Vos quien sos? No hacés nada seguro! - - Si si hago! - - Vos sos el de las pinturitas! - - No no lo soy - - Sos el que da vueltitas en la cama! - - Tampoco - Y después me dijo tres características mas y le dije que era una confusión que esas tres eran solo una, pero que nos las enseñaban mal en el colegio. Me despedí con un - Y con su permiso, me retiro, no sin un beso de Mary Jane, que no hay ninguna, pero no importa - Y me fuí.

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