Quendi

Estaba con mi gata Quendi y me dí cuenta que podía reconocer algunos elementos visuales y pocoa poco empecé a ver que podía leer palabras también. Nadie me creía. No podía hablar y contar lo que veía pero yo sabía que lo comprendía. La vi sobre la guitarra como tratando de comprenderla, pero empezó a a rayarla y a hacerle dibujo como si fuera arte. Le dije que no hiciera eso.
Comenzó a crecer y a tomar forma humana hasta quedar igual a Natalia M. Era muda pero sabía escribir a unque sus escrituras eran caóticas y las letras parecían escritas con uñas. Escribía todo en un cuadrado en sentido concéntrico en un soporte negro con letras blancas y mayúsuclas.
Las escrituras hablaban sobre una muerta que había en la casa, se llamaba Sabrina, Sofina o algo así, su espíritu estaba allí y hablaba con Quendi (ahora con forma de Natalia). Yo le expliqué que los gatos se encuentran en el límite entre la vida y la muerte, por eso podía hablar con ella pero que había que buscar una forma de liberar a ese espíritu para darle paz.
Comencé a pensar que Quendi no era como la veía sino como un gato real y salí de la pieza, había un cachorro de mantonegro pero gris que estaba en mi casa aunque seguía viendolo como un perrito y no como a un niño, también había un gato gris pero seguía siendo un gato.

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