Diario de mi otra vida

Había terminado la facultad, aunque tenía más de 30 años. Vivía en Mendoza, pero no se veía igual aunque los barrios que costean la ciudad eran parecidos. Tenía que ir a rendir un Trabajo Práctico a primeras horas de la mañana. Me perdí recorriendo los barrios y ya llevaba 20 minutos tarde. Fui a buscar mi bicicleta para ir a la facultad,vera roja y desplegable, estaba dentro de un auto. La lleve conmigo hasta un subterráneo donde había un baño lleno de gente y me la robaron. Me volví a olvidar que tenía que ir a rendir. Aparecí en una casa que era mí casa con personas desconocidas que eran mí familia y mí novia Josefina M. Les contaba que quería volver a empezar la facultad pero en otra ciudad. Todos se miraban extrañados porque ya la había terminado.

Estaba en Jamaica. Era una noche azul y violeta. Había llegado nadando desde Argentina, era la segunda vez que lo hacía. Una mujer me preguntó si no se me habían entumecido los brazos. Me sentía bien y descansado. No sabía cómo volver, tenía que hacerlo nadando también.

 Era de noche en forma permanente, había ido a un congreso con unos amigos. Todavía vivía con mi madre y me había llevado unas cajas con libros al congreso. Los libros eran pesadísimos, la mayoría era de mis padres, libros de biología, etc. El problema era a la vuelta, estábamos en un edificio muy viejo, todo iluminado por luces de tubo. El resto de las oficinas con la luz apagada y la calle a oscura. No tenía como llevar los libros, nos movíamos en colectivo y caminando, como en la universidad, pero solo podíamos llevarlo de partes o en la mochila.