Colectivo

Estaba con mi papá en un colectivo que se había comprado. Era el más grande del mundo, prácticamente una casa, 2 pisos de alto. Sobre e mismo, llevaba 2 lanchas. Le pregunté para que se lo había comprado - Para viajar - me contestó.
Aparecimos en una biblioteca monstruosamente gigante y oscura, era también un museo de peces. Todos los pasillos curvos y laberínticos apuntaban todos al mismo lado. Era de noche y las paredes y pisos eran negras.
Lo que me llamaba la atención de todo esto, es que tanto el colectivo como la biblioteca, la había comprado mi papá sin las órdenes de mi madre, todo por su cuenta y con mucho optimismo.

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