Diario de mi otra vida

Estaba en Jamaica. Era una noche azul y violeta. Había llegado nadando desde Argentina, era la segunda vez que lo hacía. Una mujer me preguntó si no se me habían entumecido los brazos. Me sentía bien y descansado. No sabía cómo volver, tenía que hacerlo nadando también.

 Era de noche en forma permanente, había ido a un congreso con unos amigos. Todavía vivía con mi madre y me había llevado unas cajas con libros al congreso. Los libros eran pesadísimos, la mayoría era de mis padres, libros de biología, etc. El problema era a la vuelta, estábamos en un edificio muy viejo, todo iluminado por luces de tubo. El resto de las oficinas con la luz apagada y la calle a oscura. No tenía como llevar los libros, nos movíamos en colectivo y caminando, como en la universidad, pero solo podíamos llevarlo de partes o en la mochila.

 Estaba con mis padres y mis primos del lado de mi papá, sentados en un lugar muy cálido, todo de madera bajo techo hablando. Mi papá decía que mi novia se llamaba Nati y lo tuve que corregir - Se llama Jose - Fuimos a un invernadero completo, todo bajo techo donde cultvaban todo tipo de verduras.

 Estaba en la casa de X. Bermudez y me presentó otra hermana que tenía - No sabías que tenía otra hermana?- Me preguntó y ella me miró. Le dije a la chica - Tenés pecas, ahora si me acuerdo, me gustan las pecas - La chica me llevó hasta su casa en colectivo, era de noche y antes de ingresar a la casa, se hizo de día. Al entrar había un bebé sobre una cuna - Se llama Pedro - era su hijo y al costado apareció un amigo de ella, era rubio. Lo saludé y me fuí. Volví a la casa de X. Bermudez y me encontré que tenía un gato gigantesco, mezcla de lince con gato, naranja, muy peludo. Lo tomé y tomó forma de mujer. Era blanca, con un short de jean, remera negra, pelo largo lacio y negro, muy joven. Me pregunté si era una mujer o un gato, pero me confirmé que era un gato por sus orejas puntiagudas como un elfo, nos fuimos juntos caminando de noche.

 Me estaba mudando a un departamento que quedaba sobre la terraza de un edificio. Los departamentos, no estaban pegados, eran como casas individuales. Me iba a vivir con un amigo que no conocía. El departamento era muy lindo, todo decorado, con paredes amarillas, colorido, con mucha luz natural. La persona con la que me iba a vivir, me dijo que se iba a vivir a otro departamento con un amigo o novio de él, y se iban a poner un gimnasio o una empresa dentro de su departamento. Quedé solo con un alquiler de $400.000 por mes (unos USD 400). El departamento era lindo, tenía una cama de 2 plazas, pero al dormir, a veces caía lluvia desde el techo, por pruebas que estaba haciendo, o vapor. Me enteré que nos controlaban con eso, y que un hombre entraba a la habitación, me dormía con un vapor envenenado y comía encima mío, miraba televisión, se divertía, como un abuso o tortura.

 Volvía a la empresa donde trabajaba antes para saludar a mis ex compañeros. Parecía estar ubicada en San Rafael, Mendoza, pero nunca estuvo allí. Costó encontrarla dentro del edificio, ya que la planta superior estaba siendo usada para un centro comercial. Pasando unas escaleras encontré a 3 ex compañero míos hablando. Al primero no lo reconocí pero a los otros 2 sí. El primero si me reconoció.